miércoles, 14 de octubre de 2015

historia de los codigos

QR




En la década de 1960, Japón entró en un período de alto crecimiento económico. Los supermercados, que surgieron por todos vecindarios, vendían una amplia gama de productos básicos, tanto de alimentación como de ropa. 

Las cajas registradoras que se utilizaban en aquellos tiempos, requerían que el precio estuviera rotulado a mano sobre el envase. Debido a esta tarea, muchos empleados de los establecimientos sufrieron daños en las muñecas y síndromes del túnel carpiano. 

Tanto empresarios como empleados, anhelaban desesperadamente alguna manera aligerar su carga de trabajo. La invención de códigos de barras proporciono una solución a este problema. Posteriormente se desarrolló el sistema POS, en el que el precio de un artículo estaba asociado al código de barras el cual se mostraba a un lector óptico de la caja registradora y la información era enviada al equipo instantáneamente. 

Aunque el uso del códigos de barras se extendido rápidamente, sus limitaciones resultaron patentes casi en seguida. La más destacada deficiencia de este sistema fue el hecho de que un código de barras sólo puede contener 20 caracteres alfanuméricos de información. 

Por ello, los clientes de Denso Wave Incorporated (entonces una división de Denso Corporation) que en aquellos tiempos desarrollaban los lectores de código de barras, comenzaron a pedirles si era posible desarrollar otro código que pudiera contener más información y además que incluyera caracteres del alfabeto japonés.
El equipo de desarrollo fue de solo dos personas

Denso Wave designó a Masahiro Hara como responsable del desarrollo del futuro código QR. Recuerda que por entonces, quienes trabajaban en códigos 2D, estaban obsesionados en comprimir tanta información como fuera posible en sus prototipos. 

En los códigos de barras, la información está codificada solamente en una dirección (una dimensión). En los códigos 2D, la información está codificada en dos direcciones: a lo ancho y de arriba hacia abajo. Hara, a fin de desarrollar un código que pudiera leerse fácilmente y ser capaz de sustentar una gran cantidad de información, se decidió a estudiar un nuevo código 2D. Tan solo quiso que le acompañara otra persona como miembro de su equipo. 

El mayor desafío para la pareja del desarrollo era cómo hacer que su código fuera leído de la forma más rápida posible. Un día, imaginó que su problema se podría resolver añadiendo información posicional, de esta manera, unas marcas cuadradas en la imagen ofrecían una referencia espacial para leer la información. Al incorporar finalmente estas marcas en su código, la lectura de alta velocidad pudo ser posible. 

Hasta ese momento todo iba encajando, pero ¿por qué eligieron marcas cuadradas en vez de cualquier otra forma? Según Hara esto fue porque "era el patrón menos propenso a aparecer en diversas anagramas de los negocios". 

Pero ¿qué pasaba si cerca de un patrón de detección de posición había una marca similar?: el lector de código podrían confundirla. Para evitar este tipo de lectura errónea, los patrones de detección de posición deberían ser verdaderamente únicos. Después de reflexionar largamente sobre este problema, decidieron durante días realizar una inspección exhaustiva sobre patrones en imágenes y símbolos impresos en invitaciones, revistas, periódicos, cajas de cartón, etc. hasta encontrar zonas comunes con áreas blancas y negras. Finalmente, llego a la conclusión que la secuencia menos usada de áreas blancas y negras era 1:1:3:1:1. Con este dato, se diseñaron los patrones de detección de posición con este ancho de áreas blancas y negras. Con esta una invención se pudo determinar la orientación del código completo sin importar el ángulo de exploración, simplemente buscando esta relación única y por tanto incrementar la velocidad de lectura. 

Un año y medio después del comienzo del proyecto y tras innumerables pruebas de ensayo y error, se creó un código QR capaz de codificar unos 7.000 caracteres alfanuméricos y con la capacidad adicional de incluir elementos del alfabeto japoneses. Este código, no sólo podría almacenar una gran cantidad de información, sino también se podía leer 10 veces más rápido que otros códigos existentes. 
Estreno del Código QR y el esfuerzo para extender su uso

En 1994, Denso Wave anunció el lanzamiento de su código QR. El QR que es el acrónimo de Quick Response o Respuesta Rápida, expresa una de las características esenciales del diseño como es la necesidad de una lectura de alta velocidad. Cuando se anunció, sin embargo, incluso Hara, uno de los desarrolladores del código, no pudo saber si realmente sería aceptado el código bidimensional como sustituto de los códigos de barras. Sin embargo, Hara tenía confianza en la bondad del código y estaba deseoso de hacer rondas informativas en empresas y organizaciones de la industria con la esperanza de que se conociera y utilizara por tantas personas como fuese posible. 

Como resultado de las gestiones, el código QR fue adoptado por la industria automotriz japonesa para su uso en la “Kanban” (una herramienta de comunicaciones electrónicas usada en los sistemas de control de la producción) lo cual contribuyó a hacer un trabajo más eficiente en una amplia gama de tareas de fabricación desde el envío de mercancías en origen hasta el control de las transacciones económicas. También, como respuesta social al derecho a la transparencia sobre la producción alimentaria, farmacéuticas o de lentes de contacto se comenzaron a utilizar los códigos para controlar las mercancías. En concreto, después de los incidentes con la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o «enfermedad de las vacas locas», que amenazó la seguridad alimentaria mundial, la industria tuvo que responder a las demandas de los consumidores para que todos los procesos de producción y logística de la producción de alimentos fueran totalmente transparentes. El código QR se convirtió en un medio indispensable para almacenar una gran cantidad de información sobre estos procesos. 

Hubo aún otro factor que contribuyó a difundir el uso del código. Fue la decisión de Denso Wave de hacer las especificaciones del código QR libres y disponibles al público en general. 

Aunque Denso Wave retendría los derechos de la patente del código QR, declaró que no los ejercería. Esta política se decidió desde el principio del desarrollo de código, respetando y asegurando su libre uso por parte de los desarrolladores y público en general. Así el código QR, que se podría utilizar sin costo alguno y sin preocuparse de posibles problemas posteriores, creció en un "código público" y se está usando por la gente de todo el mundo. 

Pero fue en 2002 cuando el uso del código se generalizó entre el público. Lo que facilitó esta tendencia fue la comercialización de teléfonos móviles con una función de la lectura del código QR y acceso a Internet. Con estos teléfonos se permite a las personas acceder a un sitio web y obtener más información simplemente escaneando un extraño y llamativo patrón. La pura utilidad del método ayudó a aumentar rápidamente la popularidad del código entre el público en general. Ahora, es una herramienta indispensable para las empresas y en la vida cotidiana de la gente, utilizándose en todo tipo de formas y maneras, incluyendo tarjetas de visita, folletos electrónicos y en sistemas de emisión de billete de avión entre otros. 

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gracias por participar en esta pagina .. joseph